SARCO

Sarco, en Dramaturgos de Córdoba y La Rioja; 408 páginas; Ed. Argentores, Bs. As, 2009. (pp. 209-224) ISBN 978-98724398-4-2

SARCO
"Cada hombre lleva en sí una habitación.
Es un hecho que nos confirma nuestro oído.
Cuando se camina rápido y se escucha atentamente,
en especial de noche, cuando todo a nuestro alrededor es silencio,
se oyen, por ejemplo, los temblores de un espejo de pared mal colgado."
Franz Kafka

Personajes:
Sarco, el padre
Vera, la hija
el policía Olmo
Iris, la hija más joven
Lidia, la madre, esposa y amante ausente*
el gordo Luis
el perro

*Es recomendable que la misma actriz que represente a Iris sea también Lidia, marcando con la vestimenta y el peinado una distancia generacional de unos veinte años.
En el espacio, hacia un lado: la casa de Sarco, rural, cercana al pantano con su mundo animal y vegetal; dentro de la casa todo es de plástico, muebles y objetos. Hacia el otro lado, enclavada en la ciudad vecina: la comisaría. Entre ambas, extendiéndose hasta donde se pierde la vista: el pantano: territorio extraño y abigarrado en donde mora el gordo Luis. Cerca de la ruta, el nuevo territorio del perro. En el punto donde estos espacios se cruzan, hay un espiral donde aparecen los recuerdos, los fantasmas y obsesiones de Sarco. Salen de ese espiral, pero se mueven libremente por donde quieren como lo hacen los fantasmas.

Perro- En una casa aislada, los muebles comienzan a moverse.
Generalmente es por la noche...
Los muebles pesados se desplazan y los livianos vuelan por el aire a distintas velocidades.
El polstergueits se sabe como se presenta, pero no se sabe lo que es.
Dicen: "es la fuerza ahogada de alguien de la casa". Dicen: "es la fuerza de la resignación". Dicen
(...)
Yo soy el perro.
Los vivos y los muertos intentan cambiar el destino, desde siempre, piden venganza y piden una segunda oportunidad.
Pero no hay segundas oportunidades. El tiempo no puede volver atrás, el hueso escondido es una ilusión, la sorpresa no se repite.
El sabor de la primera vez se pierde para siempre. La tierra en los dientes es tierra en los dientes. Superman dando vuelta al mundo a toda velocidad para salvar a su amor es una droga.
A mi me tocó ser el perro.
Sarco cree que me necesita, así se llama mi amo, Sarco... Sus hijas son dos gatas fastidiosas, latosas, molestas... llenas de buenas intenciones.
Decí que tengo mis escondites donde nadie me ve. Aquí me revuelco en la tierra, me muerdo la cola, me lamo bien las bolas y no hay ningún humano para opinar.

Fragmento de obra
Sarco