Soledad González

En la génesis está la sala El cíclope, un lugar que acabábamos de fundar en un subsuelo, teatro pequeño con cámara negra; y el universo de la novela de Beckett, donde Malone, solo, en una habitación, postrado en una cama se sirve de un bastón para acercar objetos aledaños. Hay una ventana por donde se cuela algo del mundo de afuera. En ese lugar, el protagonista decide pasar el tiempo inventando historias y repitiendo cada día las mismas acciones con los mismos objetos.
El espacio elegido tenía exactamente el tamaño de una habitación, no había entradas ni salidas, apenas una continuidad espacial que se ocultaba al público pero que seguía unida sonoramente a la escena, y desde donde aparecían algunos objetos. Los actores estaban todo el tiempo en escena construyendo relaciones básicamente espaciales, dentro de un tiempo marcado por repeticiones de acciones y estados. Sólo había unos taburetes de cartón (los que sirven para enrollar cables telefónicos), y aparecían: un muñeco, una tela plástica verde, un reloj, papel y lápiz.
Poéticamente, el lugar era una isla, así cerramos las posibilidades de que alguien pudiera perderse o huir. Esta decisión espacial potenció una búsqueda actoral basada en la resonancia y escucha de los cuerpos y en la composición de mecanismos corporales y gestuales.
La "escritura escénica" nace de la contaminación del universo becketiano en las improvisaciones en espacio real. Así empezó a configurarse una estética, un código de actuación y un texto. Por eso a esta escritura sólo se la puede concebir como algo escénico, vinculada a la dramaturgia y al arte del actor. Un texto inscripto y escrito en una situación de enunciación concreta. Un texto que nació de los cuerpos en el espacio, y se convirtió en una partitura que contiene las figuras que esos personajes van a describir en ese espacio como así también los apoyos vocales, gestuales y retóricos de la palabra que se emite.
("Espacio, escrituras dramáticas contemporáneas y nuevas tecnologías". Revista Cuadernos de Picadero Nº 4, pp.39-43. Instituto Nacional del Teatro. Buenos Aires, diciembre de 2004).

Ficha Técnica
Texto y Dirección: Soledad González.
Actuación: Francisco Argañaraz, Carolina Carino, Carla Iñíguez, Milagros Plaza Díaz, Florencia Remonda.
Asistencia de dirección: Antonieta Pallero.
Diseño de Iluminación: Raúl Romero.
Diseño de Producción: Pablo Belzagui y Lourdes Flores.
Producción el CíclOpe.
Año: 2000.

Festivales
• Programa de Giras Regionales del mismo Instituto Nacional del Teatro en 2001.